15 de Julio de 2012
Guillermo Moreno
(Matón de Cartón)
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El Secretario de Comercio Exterior, Guillermo Moreno acaba de inscribir un nuevo capítulo en su bochornoso anecdotario; optó por hacer a un lado las amenazas de palabra para pasar a la acción, merced a la "apretada de cogote" de la que fuera víctima un anónimo militante de PRO en el barrio porteño de Nuñez.
El episodio concentró la atención del espectro mediático, pero por las razones equivocadas. Porque el foco de la prensa debió orientarse no hacia los ribetes pugilistas de la noticia sino, antes bien, en pos del metamensaje que puede capturarse detrás de lo sucedido. Y el autor de la metáfora no es el devaluado funcionario; quien redacta los procedimientos es, ni más ni menos, la Presidente de la Nación, Cristina Fernández.
De lo que se trata es de promocionar que el cristinismo está dispuesto a todo , o para ponerlo más claro aún-: la mejor defensa siempre es un buen ataque.
Guillermo Moreno no sabe mucho de cuentapropismo: siempre obedeció órdenes. “Guapo de cartón”, muchos lo recuerdan como cebador oficial de mates en los despachos del "viejo" Vicente Saadi. Peronista de prístina cepa, nadie puede dudar de su lealtad. El hombre -dicen- es de esos que lo acompañan a uno más allá de la puerta del cementerio, hasta la fosa. Cadete deluxe, otrora se envalentonaba por ser unilateral portador de termos y paquetes de yerba. Néstor Carlos Kirchner puso de suyo para acomodarlo en su séquito: fue en ese entonces cuando el bueno de Guillermo trocó el equipo matero por los fierros y las frases hirientes para con las mujeres de los empresarios más cobardes de la Argentina. Y vale apuntar que, aquí, no hace falta exhibir frondoso currículum para ser un guapo. Que lo diga el propio Secretario de Comercio: en cierta ocasión, al ser "escrachado" por un comensal en un popular establecimiento gastronómico de la Capital Federal, Guillermito desafió al insolente a pelear.
En la calle. Minutos después, el funcionario insultaba a viva voz al atrevido escrachador... pero desde detrás de los patrulleros de la Policía Federal que él mismo había convocado. Sirve también citar aquella tarde en que Moreno desfilaba en Plaza de Mayo entre las multitudes, valiente, pero bien acompañado de su amigo y guardaespaldas, "Acero" Cali.
El Financial Times, uno de los diarios económicos más vendidos del mundo, publicó un artículo titulado “Guillermo Moreno: el arma mortal de la Argentina”.
“La Argentina está manejando una nueva arma en su lucha para controlar la tasa de cambio del mercado negro, que se ha disparado al 17 por ciento superior a la tasa oficial en los últimos días en medio de un control estricto de nuevas divisas y los temores de devaluación.
Es la misma arma que el gobierno ha desplegado en el pasado para tratar de frenar el aumento de precios de los alimentos y de gas a las fábricas, para sofocar subas en el precio de la nafta y para bloquear las importaciones. Su nombre es: Guillermo Moreno”, encabeza el informe firmado por Jude Weber.
“Se dice que Moreno, el belicoso secretario de Comercio Interior argentino, le dijo un banquero clave el viernes pasado: ‘Tenés 72 horas para obtener el paralelo (dólar) a 4,50 pesos. Decile a todos lo que quiero’”, puntualiza.
Luego pasa a demostrar el panorama económico actual, aclarando que “Pese a que Moreno no tiene una receta mágica, o incluso alguna política en particular, por lo general lo que él dice, se hace.”
“Su metodología es la intimidación, incluso se ha rumoreado en el pasado que lleva un arma y que tomó los guantes de boxeo en una reunión de accionistas de una empresa de papel para periódicos para demostrar quién era el jefe”, recuerda.
“Ha impuesto multas sobre economistas del sector privado por estimar una inflación por encima de los datos de estadísticas oficiales. Se le ha descrito como el ministro de Economía de la Argentina y de hecho muchos empresarios prefieren el silencio a cruzar con él, tal vez recordando Martín Lousteau, ex ministro de Economía, quien lo desafió en torno a los aranceles a las exportaciones agrícolas. Moreno fue visto en un evento pasándose los dedos por el cuello, lo que indicaba que Lousteau estaba jugando un juego fatal: el ministro de hecho perdió su trabajo, mientras que Moreno ha ido viento en popa.”
Basándose en palabras del estudio Bein&Asociados, del reconocido economista Miguel Bein sobre que el pánico por el dólar puede estar bajando, Financial Times prevé que “El gobierno, sin duda, lo tomará como un signo de la eficacia de su nueva arma nueva. Aunque Moreno ha dicho que espera a abandonar el gobierno en el nuevo mandato de Fernández, a partir de 10 de diciembre, eso parece muy poco probable.”
Se dice que el matón es la medida del cobarde. El inconveniente principal del timorato empresario promedio argentino es que elige, bajo todo punto de vista, evitar ensuciarse las manos. Aquí reside el peligro; esta categoría de víctimas suele optar por echar mano del teléfono y marcar el numerito. A William Moreno le conviene que Cristina dure muchos años: incontables hombres de empresa dicen que ha acumulado más enemigos que el mismísimo Aníbal Fernández. Un par de aquéllos -se refiere- se han sentido en extremo ofendidos por las presiones psicológicas del Secretario y la consabida mala costumbre de rebajar sexualmente a sus mujeres. Está visto: hay imágenes mentales que son imposibles de eliminar, y que todo lo justifican para este MATÓN DE CARTÓN.
Mucho se escribió sobre sus frases amenazantes y sus modales toscos, del celo con los precios y de sus exabruptos con los productores del campo, pero poco se sabe de su vida personal, de su ferretería, de su pasado en la militancia peronista y de su heterodoxa formación económica. La historia del hombre que esconde el personaje de Guillermo Moreno.
Sobre la foto del perro hay una frase que reza: “Es más bueno que Lassie, ladra, pero no muerde”. Puso la imagen en un portarretrato y la colocó arriba de su escritorio –con dedicatoria incluida, a veces la mueve a la mesita ratona para que pueda verse desde los sillones de la recepción.
Cada persona que se sienta frente a Guillermo Moreno en su despacho de la Secretaría de Comercio Interior intenta descifrar el costado bondadoso que le atribuyó el ex presidente al funcionario. Pero a muchos les cuesta encontrarlo.
Le ocurrió a Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor, estaba mirando detenidamente a Lassie cuando, a los gritos, Moreno le advirtió: “Pebeta, no te metas con el INDEC, detrás de ese tema hay mucho derpo (sic)”, su intervención para alterar los indicadores de precios y la composición de la cúpula del Instituto de Estadística y Censos reveló la versión más impulsiva y obsesiva del funcionario.
Lo mismo les pasó a los productores agropecuarios, a los operadores del Mercado de Liniers y a los exportadores, quienes debieron soportar fuertes presiones del perro guardián de los precios, la historia terminó con el funcionario denunciado por trabar el diálogo entre el campo y el Gobierno, y con su nombre grande en los titulares de los diarios.
Pero los aprietes al campo no forman parte de un exabrupto, sino de un estilo de vida muchas veces más parecido al de un matón que al de un funcionario. Pueden dar cuenta de ello comerciantes, industriales, empresarios, técnicos, ONG, funcionarios y ruralistas.
No sólo ellos han padecido las amenazas del supersecretario, también les ocurrió a los que han trabajado con él en otras épocas. “Nos maltrataba tanto que estar junto a él era una tortura mental”, recuerda uno de ellos, que tuvo la suerte de acompañarlo cuando era jefe de asesores de la Secretaría para la Defensa de la Competencia, durante la presidencia de Eduardo Duhalde.
Alrededor de su figura circulan historias con ribetes míticos, algunas ciertas y otras incomprobables, hay fuentes que dicen que deja correr datos falaces para infundir temor, pero los que lo conocen bien no le tienen miedo: “Es un personaje a veces casi risueño, otras violento”, el que habla es un colega del Gobierno que para definirlo ironizó: “No tiene arranques de locura, tiene arranques de tranquilidad, la mayor parte del tiempo está nervioso”.
Un pasado bien guardado, el carácter violento de Moreno viene de sus años de militancia. Estuvo en la JUP antes de la dictadura, y volvió a las pistas después de la guerra de Malvinas. A sus allegados les dijo que estuvo exiliado en Brasil, y que al regreso se unió a las filas de Intransigencia y Movilización, el espacio de la resistencia peronista que apostaba a la reconstrucción del brazo universitario, al mando de Vicente Leónidas Saadi.
Efectivamente, Moreno frecuentaba un local en la calle Venezuela, que era de Intransigencia, y ya en esa época hacía gala de modos irascibles, faltó que se cruzara con otro de mal carácter para que la cosa se pusiera fea, un día se agarró a las trompadas con Gabriel Fucks, hoy titular de los Cascos Blancos, “Rompieron vidrios y la pelea fue muy violenta”, recuerda un viejo memorioso de los 70 que estaba presente.
En familia, en los 80, con el ocaso de la dictadura, Moreno se casó con Alicia Paulina Mizrahi, una psicóloga de carácter bravo; tal para cual con el hombre que había elegido como compañero, el actual secretario tenía entonces el pelo más largo, pero ya se había dejado crecer los bigotes que hoy lo identifican.
Antes de separarse de Alicia tuvo con ella dos hijos, José Pablo y Victoria, así como siempre ha cuidado al extremo su vida privada, Moreno se preocupa por sus hijos cuando en los medios salen notas críticas. “Me jode porque los puede perjudicar a ellos”, dicen que brama cuando se topa con titulares negativos.
Hoy el “Nariz”, como lo apodan algunos, vive con su gato, en La Boca, pero desde hace dos o tres años está en pareja con una profesional de su misma edad con actividad en la rama de la ciencias exactas.
Mientras estaba en Intransigencia abrió sobre la calle Arguibel 2816/18, en Palermo, la Unidad Básica “Pueblo Peronista” (el mismo nombre que después, como secretario de Comunicaciones, le pondría a un inservible satélite alquilado por más de 2 millones de dólares). El barrio se fue transformando y se convirtió en el coqueto Las Cañitas, pero la Unidad Básica siguió allí, como detenida en el tiempo.
Moreno la mantuvo hasta fines de 2006, en la actualidad el salón está disponible para alquilar o comprar, tiene apariencia de comercio antiguo, está pintado de azul, cuenta con tres persianas corrugadas, y puertas altas, el predio luce abandonado, le sacaron los números y todos los carteles que estaban colgados arriba de cada una de las puertas.
Un militante del PJ que reside en el barrio contó a que muchos “compañeros” se alejaron de esa Unidad Básica cuando el funcionario “empezó a bancar a Alberto Fernández, alineado en ese momento con Cavallo”, luego Moreno trabajó para el sindicalista Omar Viviani en la interna peronista, en la que el líder de los taxistas era candidato a diputado, en esos años tejió una amistad con Hugo Moyano, quien lo convocó para que trabajara en los equipos técnicos de la CGT.
Ferretero part time, paralelamente a su actividad política, Moreno puso una ferretería mayorista, Distribuidora América, que tiene sede en el distrito de San Martín, sobre la calle Diagonal Mendoza 3255.
En la dirección hay una vivienda de familia, enrejada y con un portero, al lado hay un portón verde alto y grande para el ingreso de camiones, a cargo de la administración están el hijo de Moreno, José Pablo, y un socio, también joven, Juan Enrique Collado, al menos dos personas más trabajan en el lugar.
La gente de la ferretería no se mostró dispuesta a hablar, por el portero eléctrico contestaron: “No, Moreno no está, vos no podés venir acá”, inmediatamente una persona bajó de un auto y se paró a metros del cronista en actitud intimidatorio, y la nota terminó.
Cuando Moreno militaba para la fórmula Viviani-Challú, aparecía con las cajas llenas de herramientas, “Iba para todos lados con esos bártulos”, precisó un duhaldista, con la ferretería, según aparece en su declaración jurada, gana 50 mil pesos al año, esos ingresos se suman a unos 67.243 pesos que cobra al año por su cargo de secretario de Estado, además tiene dos autos viejos y pocos ahorros.
El ABC del apriete, Moreno hizo pasar a un empresario a su despacho, pero para sorpresa de la visita el secretario no estaba mirando al frente, sino a la pared. El hombre empezó a hablar, pero Moreno seguía con la vista fija en el muro, la incomodidad pudo con el empresario, que empezó a hablar cada vez más bajo, hasta que se calló, una vez que finalizó, Moreno giró su silla, se ubicó de frente al visitante y le tiró tres preguntas: “¿Vos qué profesión tenés? ¿Qué carajo sabés de este tema?, ¿Sabés a qué me dediqué los últimos 20 años?”, la respuesta a la última pregunta la dio el funcionario, “Me dediqué a estudiar Economía, así que no hay nadie que sepa más que yo”, así arrancan muchas de las reuniones de Moreno.
Este hombre se recibió de licenciado en Economía ya de grande, en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), donde tuvo entre sus profesores a Juan Lascurain, actual titular de la UIA, pero su mentor intelectual fue Eduardo Curia, también hizo buenas migas con el ex diputado Daniel Carbonetto, afín a Duhalde, con ese grupo formó una agrupación que reunía a economistas ortodoxos del PJ.
Su primer empleo en la función pública fue con Carlos Grosso intendente, como subsecretario de Producción de la Ciudad, donde se encargaba de micro créditos para empresas, fue de la mano de Raquel Kismer, más conocida como Kelly Olmos, actual funcionaria del Ministerio de Interior.
¿Cómo entró al kirchnerismo?, lo cuenta un militante peronista: “La vinculación con el Gobierno se inició un año antes de que Kirchner accediera a la Presidencia, cautivó a Kirchner y a De Vido con su discurso frontal”, antes de las elecciones, en el marco de la agrupación política la Corriente, Kirchner hacía reuniones y foros para tratar diversos temas, entre ellos asuntos económicos, en uno de esos foros estaban Eduardo Seit, Curia y Moreno. Kirchner y De Vido formaban parte de la audiencia, según el militante consultado, “cuando lo escuchó, Kirchner dijo: ‘A este lo quiero ya en el equipo’ y entonces De Vido se levantó del asiento, y cuando salió Moreno de la mesa lo convocó a una reunión de equipo”.
Hasta ahora nunca se separaron. Aunque ya no sea Kirchner quien está al frente del Ejecutivo. Aunque muchos habían pensado que Cristina no desluciría su discurso institucionalista por mantenerlo en el gabinete.
Ya estuvo en el Mercado Central, controlando con su particular estilo cómo será el abastecimiento, qué rol jugará a partir de ahora.
El polémico Secretario de Comercio interior, Guillermo Moreno, mantuvo la boca cerrada (algo no acostumbrado para él, un opinólogo nato) durante todo el conflicto entre el Gobierno ylos productores rurales, el Ejecutivo decidió prescindir de sus servicios verbales y silenciarlo.
Ahora, la realidad es otra, luego de los discurso de la Presidenta Cristina Kirchner, el primero incendiario y el segundo crítico aunque instando al diálogo, y con el impasse del paro, vuelve a ser protagonista Moreno, el espinoso funcionario que los ruralistas odian profundamente.
Antes de que se abriera la puerta al diálogo, el soldado kirchnerista que controla el Indec comenzó a tejer sus redes y se reunió con autoridades del Mercado Central, les prometió laGendarmería para que les llegue fruta y verdura suficiente y no desestimó usar la fuerza pública para que circulen que los camiones lleguen.
Gritón, como siempre, Moreno escupía sus palabras tan fuerte que tuvieron que cerrar las puertas cercanas, alguien deslizó que era necesario que un juez imponga un amparo para congelar la suba de retenciones y recién empezar a dialogar, " Ni locos, nosotros no somosradicales, no nos vengan con boludeces", afirmó enojado.
Durante las protestas, los ruralistas lo tuvieron como un de los blancos predilectos, llegaron a decir que Moreno "no sabe cómo caga una vaca", al oír las versiones de la posible llegada de la fuerza pública a las rutas, lo desafiaron, "Si Moreno quiere mandarnos la Gendarmería, que mande también las ambulancias, nosotros no nos movemos", hasta llegaron a colgarle a un burro un cartel que decía “ Este burro y patotero (Guillermo Moreno) es secretario de Comercio”.
El polémico secretario ya estuvo recorriendo el Mercado Central y pidió un mapeo de todos los camiones que se encuentras varados, vuelve a escena para negociar en el conflicto y de seguro será noticia por alguna frase-bomba o por algún exceso en su manera de negociar.
De la decisión que en minutos comuniquen las entidades rurales dependerá si Moreno sólo administra la llegada de las vaquitas al Mercado y la carne a las góndolas, o si, en caso de que no todos los cortes de ruta se levante, se convierte en la cara visible de una campaña para abastecer al mercado, sea como sea.
"Hay empresas al borde de la quiebra por las trabas a las importaciones"
Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores de la Argentina criticó las nuevas restricciones que se aplicaron para importar insumos.
Alertó que las acciones provocan suspensiones y despidos. "Es un quebranto y una pérdida de competitividad".
"El 80 o 90% de lo que está faltando hoy en la industria se debe a Licencias “No Automáticas”, desde que esta área estaba dentro de la órbita del ministerio de Industria, antes de que se sumara a la Secretaria de Comercio Interior en diciembre 2011".
Miguel Ponce, gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores de la República Argentina en declaraciones en varios medios.
El representante del sector señaló que no hay ninguna rama que no experimente faltantes. "Estos procedimientos tienen reglas y plazos, que acá no se están respetando".
Ponce explicó que se pagan sobre costos en las terminales, que sacan del mercado a muchas empresas, y esto lleva a una perdida de competitividad. "Hay PYMES nacionales que están al borde de quebrar".
"Tenemos infinidad de empresas que exportan y tiene parada su producción. Hay muchas maquinarias y repuestos que están parados en el puerto", manifestó el empresario. "Es un quebranto y una pérdida de competitividad".
Además, Ponce indicó que todos los procesos productivos requieren insumos y que en Tierra del Fuego (donde hay un régimen de promoción para la producción) el 95% de éstos materiales son extranjeros.
Por último, el empresario sostuvo que viene realizando gestiones ante la Secretaría de Comercio Interior y la respuesta es que se esta estudiando este tema para ser normalizado.
"Pero solicitamos que todo el stock retenido en las terminales sea liberado antes de que sea tarde para miles de PYMES".
Para los paraguayos, la administración K es "incoherente y delirante"
Los legisladores del vecino país descalificaron a la gestión de CFK en el Mercosur tras denunciar trabas a sus exportaciones.
Los representantes de Paraguay en el Parlamento del Mercosur calificaron de "delirante e incoherente" al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y denunciaron además que Argentina aplica trabas a sus exportaciones.
El presidente de la delegación, Alfonso González Núñez, denunció "la incoherente y delirante administración de Cristina Kirchner" en las relaciones económicas entre los dos estados.
La declaración de los legisladores del país vecino se suman así a las presiones que vienen ejerciendo empresarios y funcionarios del gobierno de Uruguay, quienes denuncian también molestias por las trabas a las importaciones argentinas. Hace pocos días, el presidente de Uruguay, José Mujica, dijo en un reportaje a un matutino de Montevideo que no descarta la posibilidad de aplicar medidas espejo contra la Argentina.
El texto de los legisladores guaraníes dice que "por un lado, el gobierno argentino habla del respeto a los demás Estados y a su independencia, pero por el otro cierra a su juicio las puertas al comercio, violando acuerdos y convenios en vigencia, afectando a varios productos".
El pronunciamiento dice que la industria textil en general y las confecciones en particular, sufren "con terrible reiteración cíclica" las consecuencias generadas por "el abusivo y desbordante proteccionismo argentino". Al respecto sostiene que "haciendo uso y abuso" de las reglamentaciones aduaneras, Argentina impone de manera "inconsulta y agraviante" continuas barreras para arancelarias "que destrozan los compromisos bilaterales".
El manifiesto lamentó que el proceso institucional del Mercosur no avance sino que, por el contrario, se encuentra a su juicio "estancado, ya que no se cumplen los convenios aprobados y vigentes, que son violados permanentemente". Además de los textiles, mencionó también que una exportación de transformadores paraguayos por valor de 300 mil dólares está retenida en la frontera con Argentina. Según el documento, otro rubro afectado es el de los cartones, de los que dice que sus declaraciones de embarques en un 90 por ciento están retrasadas.
Por su parte, Mujica consideró que "algo habrá que hacer" si los reclamos de su país no prosperan. No obstante ello, hace casi un mes la Argentina le concedió al Uruguay de la totalidad de productos que mantenía frenados por medio de Licencias No Automáticas.